Israel Miranda Salas (Méx. DF, 1974), estudió música en la Escuela Nacional de la UNAM. Fundador y Editor de la desaparecida revista independiente Directo al Cráneo. Diseñador gráfico y productor de arte y maquila discográfica. Libros publicados: Polaroids (2006), Palabras de Sabiduría (2007) y El Monstruo de arriba de la cama (2008).
Palabras de sabiduría 13 crónicas con taxistas del D.F.
I [Belleza y Dinero y Sexo]
Estaba en casa ignorando la televisión, fumando hierba para dormir tranquilo. Nunca me ha funcionado, pero hace mis pesadillas más atractivas. La primera vez soñé que me perseguía un tiburón fosforescente. Para morirse de risa. Debí prever algo así desde el principio, no se puede confiar en los consejos de alguien que cree tener una cucaracha cantante de opera oculta en un florero. Lo gracioso es que no canta nada mal, es sorprendente. Entonces.
Fumaba y mantenía el control apretado. Estrobo de rayos catódicos. Come compra adelgaza estírate la cara haz dinero ve a la playa maquíllate conduce estrella el cráneo de alguien contra la pared si es necesario roba huye de la policía entrégate al placer de ser tú en una casa nueva límpiate el culo suavemente invierte a plazos fijos emborráchate sin perder el estilo se bueno obediente todo está bien si sonríes constantemente sonó el teléfono. Dos veces.
-¿Qué haces?
-Nada… a punto de dormir.
-¿Por qué no vienes?
-Mmmm… a dónde.
-Al Dos Naciones.
-Voy para allá.
La conocí el viernes anterior en el Alicia, servía de guía a una pareja de franceses muy sonrientes. Bebimos un par de cervezas. Cuando los alegres galos se fueron a orinar nos escapamos. Fuimos a parar a un tugurio del centro. Reímos mucho y bebimos tal cantidad de alcohol que tuve qué llevarla casi a rastras a su casa, la cual encontramos de puro milagro. Puso música europea y se desnudó, se recostó sobre la cama y vomitó y se perdió. Dormí en la alfombra. Al día siguiente estaba tan apenada que no salió del baño. Me largué. Prometí no volver a involucrarme con tipas así. Rasqué mi lengua. Apagué el televisor. Me vestí. Una fumada reconfortablemente larga y salí...
II [No duermas con extraños]
A esas alturas ya me había liado a golpes con un periodista. Le dio por fastidiarme toda la noche, hasta que no hubo más remedio que dejarle la nariz lista para quirófano. Así que el asunto no marchaba bien en la Pandemónica y yo tenía ganas de seguir alcoholizándome. Hablé con un amigo dueño de un antro en el centro, sólo para asegurarme de que las cervezas serían altruistas y suficientes. Abordé un taxi.
-¿De fiesta joven?
-No sabemos hacer otra cosa Don.
-Pues tenga cuidado joven, ya ve que las cosas están re peligrosas.
-Siempre ha sido así, nada más que ahora hay más idiotas sueltos.
-Pues no se crea joven. ¿Le platico?
El Don parecía algo angustiado, así que lo dejé hablar.
-Pues resulta que el otro día que me habla un pariente. Mi cuñado. Bien espantado. Lo fui a ver a su casa y qué tienes, qué pasó. Y me dice llévame al hospital, creo que tengo algo mal. Pero por qué o qué. Y que se pone a llorar joven.
Pues qué pasó le dije, yo pensé, este cuate tiene cáncer o ya le cayó el sidral o no sé. Y me dice llorando no cuñado, todo por desmadroso. Pero pues ya suelta qué onda le digo. Ya preocupado.
-Es que ayer me fui de pedo y no le avisé a tu hermana, discúlpame cuñadito. Pero ya sabes cómo es esto, uno es cabrón y ni pedo… ……….. ………… ……….. …….. Pues llegué a un antrucho, ahí en Zacatecas e Insurgentes y empecé a chelear. Al poco rato se me acercó una ñora bastante bien. Y ¿cómo estás? ¿Por qué tan solito? Al rato ya estábamos jajaja jijiji. Y me dice ya me aburrí de cervezas, invítame a otro lado a tomar algo más fuerte ¿no? Me la llevé a una cantina y seguimos la fiesta. Ya medio pedos me dijo ¿vamos a mi casa? Y yo haciéndome pendejo ¿Cómo a qué o qué onda? Y qué me besa ¿No te imaginas? Ya estaba bien caliente, luego luego sentí cómo se me empezaba a parar cuñadito.
-Nada más hay un problemita- me dijo -Ahí está mi marido. Pero no te preocupes, es inválido, está en silla de ruedas desde hace diez años. El ya no puede… y pues… me da chance de salir a buscar quién me satisfaga. Lo único que me pide es que lo haga en la casa… para poder verme…
-Pos está medio enfermito tu galán, dulzura.
-Pues sí, pero es la única forma que él tiene de sentir que está conmigo. ¿Entonces qué, vamos? Te juro que no te vas arrepentir.
Al poco rato estábamos en su casa y efectivamente, ahí estaba su marido en silla de ruedas, con cara de apendejado. Entramos los tres a la recámara. Yo me sentía pues… raro ¿no? Cohibido. Nunca lo había hecho con público, y menos delante del esposo. Ella me besaba y me decía relájate, disfrútalo, pero nada, no se me paraba. Se agachó y me dijo ¿quieres que te la chupe? Y lo metió en su boca. Y el marido ahí y yo qué tranza. Pero ya sabes cómo es eso y la ñora aferrada, chupe y chupe hasta que me la paró. Se puso en la orilla de la cama de a perrito y se levantó el vestido. Se hizo la tanguita a un lado y Métemela papito. Y pues… Perdóname cuñadito pero ya sabes cómo es eso...
Autor: Israel Miranda Salas. Género: Narrativa. Páginas: 70. Primera Edición Argentina: 50 ejemplares. Fecha: Agosto 2009. Precio: $15
Los libros se pueden conseguir en Llanto de Mudo Libros, Av. Colón 355, local 61, Galería Cinerama, Córdoba.
Ruben Libros, Dean Funes 163, local 1, Paseo Santa Catalina, Córdoba.
El Baul Libros, Ayacucho 319, Córdoba
Librería Del ciclista, en Barcelona Bar
Caseros 45. Córdoba
La Fábrica Espacio Cultural, Caseros 988, Córdoba
Pachamama, Argañaraz 22, Villa Crespo, Buenos Aires
El Nautiluz, Piedras 1205, casi esquina San Juan, San Telmo, Buenos Aires
También mandamos los libros por correo a todo el mundo.
Son muy buenas sus historias y que bueno que apoyen a este tipo de autores, yo lo recomendaria. Solo quisiera saber en México en donde puedo encontrar sus libros y en especial el de "palabras de sabiduria", porque me parece que los lugares que mencionan aqui estan en Argentina.
ResponderEliminarEn una ocasion un amigo me invito a un cafe para la presentacion de un libro nunca pense en encontrar relatos y vivencias tan parecidas a las que sucedieron en mi juventud, desde ese dia estoy al pendiente de las publicaciones tanto de Israel Miranda como de Monica Gameros y su colectivo los felicito por tomar en cuenta a estos autores y recomiendo la publicacion "Los bastardos de la uva" y por supuesto "Los tenis de mi hermano" saludos
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