lunes, 27 de julio de 2009

MARCELO COHEN, EL FIN DE LA PALABRISTICA, TEXTOS DE CARTON 2009



En una situación de grandes apreturas generales surgió un sujeto que miraba hacia arriba. Sí. Bueno, sí. Es un planteo inicial firme y acertado pero muy insuficiente. Hacen falta algunas consideraciones. Apreturas significa no que no hubiese dinero sino que costaba moverse con soltura; que, aunque la comodidad de las casas permitiera soslayar por las noches cuánto se chocaba durante el día en la calle, estaba el límite cortante donde los últimos edificios daban la espalda al campo arruinado por encima de la Perimetral. También es cierto que en ciudad Ajania muchos miraban hacia arriba, la gran mayoría, porque a nivel de las caras la perspectiva era cortísima. Una incesante colisión múltiple de miradas que a cada segundo anunciaba un contacto de cuerpos, también múltiple, espasmódico pero sin cóleras. Un abarrotamiento apacible. Casi narcótico. Hay que tener en cuenta que todo esto sigue siendo igual, más o menos todo. Lo único diferente es que ahora está ese muerto interesante.

Nadie sabe en qué va a transformarse. Probablemente los procesos de la memoria abarrotada lo transformen en otra cosa que un muerto. Un objeto simbólico que pueda circular, digamos una imagen digital, una efigie, porque en Ajania no gustan los santuarios. No hay dónde ponerlos, y además para hacer un santuario habría que saber dónde fue la muerte. La muerte del hombre que miraba hacia arriba. Vale decir: que miraba hacia lo alto. Así queda mejor. Dentro de poco ni siquiera se va a saber si el tipo murió de veras. Siempre es así y con esto volvemos al comienzo. Que no se sepa siempre ha sido una condición del bienestar.

Ajania había olvidado sus mitos fundacionales con tal fuerza de voluntad que ya parecía una especie de inocencia. Textos de historia veraces, para qué negarlo, periódicamente podados de las primeras épocas en beneficio de una gran dedicación al desarrollo moderno. En esto no detenerse mucho. No consentir la idea de complot de poder. Se había dado naturalmente. Una inercia comunitaria. Aceleración cohesiva, aunque sin gran interés por el porvenir. Ni por el pasado. Chistes legendarios simpáticos, a lo sumo, sobre la llegada del conductor Aján a la isla en un bajel cachuzo, guiando una banda de desharrapados famélicos. Brutos, seguramente, tecnoatorrantes expulsados por la escasez de alguna isla de monocultivo, o desposeídos de trabajo por una reconversión industrial. Descendientes de inmigrantes varios: parece que eran diferentes entre sí a más no poder, como monotipos tocados por la luz para rehacer Algo después de un diluvio. Boat people. Ralea posproletaria. Es difícil concebir que pudieran considerarse elegidos. Pero la mitad de las islas del Delta tienen un cuento sobre el Diluvio o la Inundación Universal y unos justos que se salvan junto con una muestra elegida de la correspondiente fauna local. Nosotros también. Indescriptible la megalomanía de ciertas culturas. No extraña que se hayan retaceado de los libros esas fábulas para subnormales. Eso de que llegado a un sitio de nuestra isla Aján dio dos pasos al Este, dos al Sur, etcétera y copuló con una virgen anciana pero derramó parte de la semilla en una hoja de paliboque y la amasó mezclada con excremento. Suyo. El caso es que estaban como a dos días de marcha de la ribera. Más o menos en el centro de la isla, donde se interrumpen las lomas, hay una meseta enana. Parece que Aján plantó la torta envuelta en la tierra y dijo Aquí el lugar fecundo; el lema todavía se lee en el escudo de la ciudad.


Autor: Marcelo Cohen. Género: Narrativa. Páginas: 52. Primera Edición Argentina: 50 ejemplares. Fecha: Julio 2009. Precio: $15

Los libros se pueden conseguir en Llanto de Mudo Libros, Av. Colón 355, local 61, Galería Cinerama, Córdoba.

Ruben Libros, Dean Funes 163, local 1, Paseo Santa Catalina, Córdoba.

El Baul Libros, Ayacucho 319, Córdoba

Librería Del ciclista, en Barcelona Bar
Caseros 45. Córdoba

La Fábrica Espacio Cultural, Caseros 988, Córdoba

Pachamama, Argañaraz 22, Villa Crespo, Buenos Aires

El Nautiluz, Piedras 1205, casi esquina San Juan, San Telmo, Buenos Aires

También mandamos los libros por correo a todo el mundo.

3 comentarios:

  1. Aguante la editorial y el nuevo título

    ResponderEliminar
  2. hola!
    como puedo conseguir que me envien el libro hasta méxico y cuánto me costaría?

    un saludo.
    mi correo es ani131@hotmail.com

    a que correo me puedo comunicar con ustedes?

    ResponderEliminar